Leyes Basicas para un Sistema.
El número de Reynolds (Re) es un número adimensional utilizado en mecánica de fluidos, diseño de reactores y fenómenos de transporte para caracterizar el movimiento de un fluido. El concepto fue introducido por George Gabriel Stokes en 1851, pero el número de Reynolds fue nombrado por Osborne Reynolds (1842-1912). El Número de Reynolds permite caracterizar la naturaleza del flujo, es decir, si se trata de un flujo laminar o de un flujo turbulento, además, indica la importancia relativa de la tendencia del flujo hacia un régimen turbulento respecto de uno laminar y la posición relativa de este estado dentro de una longitud determinada.
Reynolds estudió dos escurrimientos geométricamente idénticos, de esto pudo concluir que dichos flujos serian dinámicamente semejantes si las ecuaciones diferenciales que describían a cada uno estos eran idénticas.
Dos escurrimientos son dinámicamente semejantes cuando:
- Ambos sistemas son geométricamente semejantes, es decir, cuando se tiene una relación constante entre dimensiones de longitudes correspondientes.
- Las correspondientes familias de líneas de corriente son geométricamente semejantes o las presiones en puntos correspondientes forman una relación constante.
Al cambiar las unidades de mas, longitud y tiempo en un grupo de ecuaciones y al determinar las condiciones necesarias para hacerlas idénticas a las originales, Reynolds encontró que el parámetro adimensional ÞDv/u debía ser igual en ambos casos. En este parámetro v es la velocidad característica, D es el diámetro de la tubería, Þ es la densidad del fluido y u es su viscosidad. Este parámetro se conoce como numero de Reynolds (R). Para encontrar el significado físico de tal parámetro adimensional, Reynolds llevo a cabo sus famosos experimentos a través de tubos de vidrio. Coloco un tubo de vidrio horizontalmente con una válvula en uno de sus extremos y un tanque de alimentación en otro. La entrada al tubo tenía una forma de campana y su superficie era bastante lisa. Reynolds dispuso, además, de un sistema para inyectar tinta en forma de corriente sumamente fina en cualquier punto de la entrada al tubo.
Un flujo láminar se define como aquel en que el fluido se mueve en capas o láminas, deslizándose suavemente unas sobre otras y existiendo sólo intercambio de molecular entre ellas. Cualquier tendencia hacia la inestabilidad o turbulencia se amortigua por la acción de las fuerzas cortantes viscosas que se oponen al movimiento relativo de capas de fluido adyacentes entre sí. Por otro lado, en un flujo turbulento, el movimiento de las partículas es muy errático y se tiene un intercambio transversal de cantidad de movimiento muy intenso.
Clasificación del Flujo como Laminar y Turbulento
Cuando entre dos partículas en movimiento existe gradiente de velocidad, o sea que una se mueve más rápido que la otra, se desarrollan fuerzas de fricción que actúan tangencialmente a las mismas.
Las fuerzas de fricción tratan de introducir rotación entre las partículas en movimiento, pero simultáneamente la viscosidad trata de impedir la rotación. Dependiendo del valor relativo de estas fuerzas se pueden producir diferentes estados de flujo.
Cuando el gradiente de velocidad es bajo, la fuerza de inercia es mayor que la de fricción, las partículas se desplazan pero no rotan, o lo hacen pero con muy poca energía, el resultado final es un movimiento en el cual las partículas siguen trayectorias definidas, y todas las partículas que pasan por un punto en el campo del flujo siguen la misma trayectoria. Este tipo de flujo fue identificado por O. Reynolds y se denomina “laminar”, queriendo significar con ello que las partículas se desplazan en forma de capas o láminas.
Al aumentar el gradiente de velocidad se incrementa la fricción entre partículas vecinas al fluido, y estas adquieren una energía de rotación apreciable, la viscosidad pierde su efecto, y debido a la rotación las partículas cambian de trayectoria. Al pasar de unas trayectorias a otras, las partículas chocan entre sí y cambian de rumbo en forma errática. Éste tipo de flujo se denomina "turbulento".
El flujo "turbulento" se caracteriza porque:
- Las partículas del fluido no se mueven siguiendo trayectorias definidas.
- La acción de la viscosidad es despreciable.
- Las partículas del fluido poseen energía de rotación apreciable, y se mueven en forma errática chocando unas con otras.
- Al entrar las partículas de fluido a capas de diferente velocidad, su momento lineal aumenta o disminuye, y el de las partículas vecina la hacen en forma contraria.
Cuando las fuerzas de inercia del fluido en movimiento son muy bajas, la viscosidad es la fuerza dominante y el flujo es laminar. Cuando predominan las fuerzas de inercia el flujo es turbulento. Osborne Reynolds estableció una relación que permite establecer el tipo de flujo que posee un determinado problema. Para números de Reynolds bajos el flujo es laminar, y para valores altos el flujo es turbulento. O. Reynolds, mediante un aparato sencillo fue el primero en demostrar experimentalmente la existencia de estos dos tipos de flujo.
Flujo laminar y flujo turbulento: Los flujos viscosos se pueden clasificar en laminares y turbulentos, teniendo en
cuenta la estructura interna de flujo.
En un flujo laminar, la estructura del flujo se caracteriza por el movimiento en
láminas o capas.
En régimen turbulento la estructura del flujo se caracteriza por movimientos
tridimensionales aleatorios de las partículas de fluido, superpuesto al movimiento
promedio.
El que el flujo sea laminar o turbulento depende de las propiedades del fluido y de
la velocidad de movimiento a la cual se somete.
Se puede predecir el tipo de flujo en un tubo usando el número de Reynolds, el flujo será laminar.
Existen pocos casos en la naturaleza de flujo laminar, un ejemplo particular es el flujo sanguíneo, y algunos sectores del
flujos al inicio del movimiento (humo del cigarrillo).
Flujo compresible y flujo incompresible:
Aquellos flujos donde las variaciones de densidad son insignificantes se denominan incompresibles, y cuando las
variaciones de densidad no se pueden despreciar se denominan compresibles.
En general el flujo en los líquidos se puede considerar como incompresible. En cuanto al flujo en gases este se puede
considerar incompresible siempre y cuando el número de Mach sea inferior a 0.3, ya que en este caso los cambios de
densidad son inferiores al 2%. Este es el caso del flujo en ventiladores por ejemplo.
El número de Mach se obtiene con la expresión:
c
V M = ; V: velocidad del fluido, c: velocidad del sonido en el gas.
En el caso de flujos con números de Mach superiores al 0.3 se debe considerar el flujo como compresible, este es el caso
de los sistemas de aire comprimido, gases a presión, flujo en turbinas por ejemplo.
EL FRASCO DE MARIOTTE.
El Frasco de Mariotte es un dispositivo
destinado a conseguir una velocidad de efusión constante simultáneamente para
un líquido y un gas. Consta de un frasco o botella de vidrio con un orificio
lateral cerca de la base en el que eventualmente puede insertarse un tubo recto
horizontal, y un tubo, también de vidrio, que por medio de un tapón ajusta
perfectamente a su garganta, quedando en posición vertical.
Para observar su funcionamiento, se coloca un tapón de corcho en el tubo
horizontal para evitar la salida de líquido y se llena frasco con agua,
teniendo en cuenta que debe verterse suficiente cantidad para cubrir
ampliamente el extremo inferior del tubo vertical, y que éste debe quedar
siempre a una altura h por encima del nivel marcado por el tubo horizontal. En
ese momento se quita el tapón de corcho y se observa la salida de agua a través
del tubo horizontal con velocidad constante, a pesar de que con el paso del
tiempo desciende el nivel del agua en el frasco (siempre que se sigan
cumpliendo las dos condiciones anteriormente expuestas). De esta forma, vemos
que el Frasco de Mariotte logra un velocidad de efusión constante para un
líquido, en este caso agua. Sin embargo, también se observa la entrada regular
de burbujas de aire a través del extremo inferior del tubo vertical, lo que
implica una velocidad de efusión constante también para un gas, en este caso
aire.
CAPA LIMITE.
En mecánica de fluidos, la capa límite o capa fronteriza de un fluido es la zona donde el movimiento de éste es perturbado por la presencia de un sólido con el que está en contacto. La capa límite se entiende como aquella en la que la velocidad del fluido respecto al sólido en movimiento varía desde cero hasta el 99% de la velocidad de la corriente no perturbada.
La capa límite puede ser laminar o turbulenta; aunque también pueden coexistir en ella zonas de flujo laminar y de flujo turbulento. En ocasiones es de utilidad que la capa límite sea turbulenta. En aeronáutica aplicada a la aviación comercial, se suele optar por perfiles alares que generan una capa límite turbulenta, ya que ésta permanece adherida al perfil a mayores ángulos de ataque que la capa límite laminar, evitando así que el perfil entre en pérdida, es decir, deje de generar sustentación aerodinámica de manera brusca por el desprendimiento de la capa límite. El espesor de la capa límite en la zona del borde de ataque o de llegada es pequeño, pero aumenta a lo largo de la superficie. Todas estas características varían en función de la forma del objeto (menor espesor de capa límite cuanta menor resistencia aerodinámica presente la superficie: ejemplo: forma fusiforme de un perfil alar).
Aplicaciones de su estudio
La capa límite se estudia para analizar la variación de velocidades en la zona de contacto entre un fluido y un obstáculo que se encuentra en su seno o por el que se desplaza. La presencia de esta capa es debida principalmente a la existencia de la viscosidad, propiedad inherente de cualquier fluido. Ésta es la causante de que el obstáculo produzca una variación en el movimiento de las líneas de corriente más próximas a él. El hecho de que la viscosidad sea importante invalida un análisis apresurado en función del principio de Bernoulli del origen de las fuerzas aerodinámicas ya que dicho principio sólo es de aplicación cuando las fuerzas viscosas sean despreciables.
En la atmósfera terrestre, la capa límite es la capa de aire cercana al suelo y que se ve afectada por la convección debida al intercambio diurno de calor, humedad y momento con el suelo. En el caso de un sólido moviéndose en el interior de un fluido, una capa límite laminar proporciona menor resistencia al movimiento.